lunes, 4 de octubre de 2010

El veterinario sanitarista

En el ámbito de la salud pública el médico veterinario ha sido un actor importante para el control de enfermedades transmisibles al hombre como la brucelosis y la tuberculosis. Este trabajo, responsablemente dirigido, es una fuente de satisfacciones para el profesional que aporta su grano de arena para un mejor vivir de los ciudadanos.

Una visita sanitaria a una explotación ganadera de pequeñas dimensiones suele ser hasta más interesante que la que se hace a una gran explotación. Luego de preparar todo el material necesario la noche anterior, se madruga a tomar la carretera que nos conducirá, no siempre hasta la puerta de la finca. Tal vez es la primera vez que se visita un determinado predio y no se sabe como será. ¿Esta vez tocará llevar todo en morrales y subir empinadas montañas? o ¿tal vez nos prestarán preciosas mulas?. Lo que si es más probale, es que si la finca es pequeña y lejana nos espera un buen hervido de gallina o algo así de esa cocina sencilla de aquellas bellas mujeres del campo que siempre nos atenderán como Dios manda. No faltará el cafecito y la agua de panela con limón.

A mayor distancia y dificultad, nuestro equipo se reducirá más y más. Desde mesa plegable, sombrilla para evitar la luz directa sobre las muestras (bueno y para darnos algo de comodidad), sillas plegables, etc. puede verse simplificado a solamente una mochila en el hombro y un saco de hierros para marcar los números en el ganado. Mi ayudante se queja y discutimos sobre cual mochila es más pesada, pero ahí vamos y él me repetirá siempre: - "Doctor, no mire hacia arriba que se cansa más, mire el suelo y concéntrese en cada paso, pero nunca mire hacia arriba porque se le hará más difícil la subida".  Tal vez una gran lección para muchos aspectos de esta vida...

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